Cuando un adulto mayor presenta dificultad para deglutir o trastorno de la deglución (DISFAGIA) puede tener dos grandes consecuencias, la primera es la desnutrición que se produce por alteración de la eficacia de ingerir una adecuada cantidad de nutrientes y la segunda son las infecciones respiratorias por la alteración de la seguridad provocando el ingresando de restos alimentarios a las vías respiratorias. El problema se puede evidenciar con más frecuencia en pacientes con demencias (Enfermedad de Alzheimer a la cabeza), enfermedad de Parkinson, personas que han padecido un accidente cerebrovascular (ACV), etc. quienes pueden tener problemas desde la masticación hasta el reflejo motor de deglución.
Por el impacto en la calidad de vida de nuestros adultos mayores es importante una evaluación del médico GERIATRA para hacer un diagnóstico precoz y en casa coordinar con la familia un plan de trabajo oportuno para proporcionar al paciente un alimento con la adecuada textura y nutrientes que eviten las neumonías y desnutrición, de igual forma planificar junto al terapista del lenguaje los ejercicios para mejorar la deglución.